Descripción
La Crema a la rosa tiene una consistencia suave y fresca es adecuada para el tratamiento diario de todo tipo de pieles, especialmente las que pueden sufrir rojeces o irritaciones. A base de extractos vegetales y aceites esenciales calmantes (Rosa, Hipérico, Gingko Biloba, Cistus), está enriquecido con un compuesto activo biomimético de fitoesteroles conocido por sus propiedades cicatrizantes, capaz de favorecer el proceso natural de reparación de la piel, junto con dos complejos funcionales: uno vegetal utilizado desde hace siglos por la Medicina Tradicional China y otro lipopolipéptido con propiedades calmantes, desedificantes y suavizantes. Esta innovadora mezcla de sustancias funcionales favorece la restauración de las defensas de la piel y la reconstrucción de la barrera epidérmica. Su textura proporciona un confort inmediato, su estructura se funde con la piel y ésta recupera su protección e hidratación.
Ingredientes claves de la Crema a la rosa
Emulsionantes, coemulsionantes y emolientes de origen vegetal para crear emulsiones de textura suave, fundente y confortable, muy bien toleradas por las pieles sensibles, secas y deshidratadas
Complejo de fitosteroles de Brassica campestris (Canola) y alcohol cetearílico: compuesto activo biomimético de origen vegetal, estructuralmente similar al colesterol, que ofrece un efecto calmante para la piel (antiinflamatorio probado in vitro). Los lípidos y los elementos estructurales del estrato córneo proporcionan una barrera física. La barrera microbiótica está formada por microorganismos en la superficie de la piel, pero también en las capas más profundas. Ambos ayudan a defenderse contra el crecimiento de patógenos. Sin embargo, tanto la barrera física como la microbiótica están sujetas a daños por impactos ambientales. El complejo de fitoesteroles y alcoholes grasos acelera la recuperación de la función de barrera de la piel. Favorece una microflora sana, aumenta la hidratación, ayuda a acelerar la reparación de la piel y también reduce los efectos secundarios de las agresiones exógenas, como el picor, el hormigueo y el ardor.
Compuesto por Lonicera japonica (madreselva japonesa), Cyperus rotundu (Xiang Fu escarabajo de las plagas), fruto de Xanthium sibiricum (nappola minor en italiano Cang Er Zi): es un extracto obtenido de estas tres plantas conocidas por la Medicina Tradicional China desde hace siglos. La combinación sinérgica de estos tres ingredientes está diseñada para tratar la piel sensible y fácilmente irritable. Las pruebas de eficacia realizadas in vivo han demostrado que previene activamente el envejecimiento de la piel. Mejora la hidratación y alivia las irritaciones. Gracias a sus propiedades analgésicas, antiinflamatorias y antibacterianas, refuerza el sistema de autodefensa de la piel contra la deshidratación, el estrés oxidativo y la degradación de la matriz extracelular, evitando así el envejecimiento prematuro de la piel.
Pantenol, ácido glicirretínico, alantoína, aceite de oliva, copaiba, proteína de trigo hidrolizada de palmitoilo: Complejo calmante y antienvejecimiento, rico en sesquiterpenos, diterpenos y ácidos terpénicos que tienen propiedades antiinflamatorias y facilitan el proceso de curación. Una receta activa de lipo-polipéptidos equilibrada con pantenol, ácido glicirretínico, copaiba, pantenol, alantoína, especialmente diseñada para proporcionar el máximo alivio a las pieles enrojecidas. Tiene propiedades nutritivas, suavizantes y emolientes. Deja la piel suave,
manteniendo el equilibrio hidrolipídico y proporcionando un efecto nutritivo y regenerador. Es un apoyo útil a las terapias dermatológicas a base de cortisona, antimicóticos y antihistamínicos o siempre que se produzcan irritaciones específicas, picores, dermatitis (atópica, de contacto, seborreica). Proporciona una sensación de bienestar y alivio en casos de piel seca (xerosis), descamación, agrietamiento, quemaduras solares o exposición a radiaciones ionizantes. Reduce el picor asociado a las pieles sensibles.
La manteca de karité hidrata, regenera y protege la piel. Rico en vitaminas A y D para la revitalización, vitamina E para la reoxigenación y vitamina F para la elasticidad de la piel.
Aceite de borraja: gracias a su alto contenido en ácido gamma linoleico, mejora la función de barrera de la piel y repara los fallos del mecanismo protector de la epidermis.
Aceite de girasol: rico en ácidos grasos, arginina, potasio, minerales y vitaminas. Los componentes especiales del aceite de girasol aportan a la piel valiosas sustancias reconstituyentes como los fitoesteroles, los tocoferoles y el escualeno. Los polifenoles del extracto de girasol neutralizan los radicales libres activados por la luz y la radiación UV. Hidrata y regenera.
Limnanthes Alba (Espuma de los prados): Sus semillas se recogen una vez al año, en invierno, por la gran calidad de los aceites que contienen. El Limnanthes alba se descubrió a mediados del siglo pasado y se utiliza en cosmetología por su poder reequilibrador de las glándulas sebáceas, lo que lo hace adecuado tanto para las pieles secas como para las grasas o mixtas. Por su facilidad de absorción, el aceite de semillas de Limnanthes alba es muy adecuado para las pieles maduras como hidratante natural y antiarrugas. Penetra en la piel permitiendo una mayor absorción de nutrientes y antioxidantes, especialmente de la vitamina E, necesaria para combatir los signos del envejecimiento, como las arrugas leves y profundas.
Extracto de hipérico: propiedades antiinflamatorias y curativas gracias a la hipericina y a la amentoflavona (un flavonoide). Calmante y suavizante para pieles irritadas, delicadas y sensibles.
Extracto de Gingko biloba: antiinflamatorio, excelente para neutralizar afecciones cutáneas como la sensibilidad, la rosácea, el acné y el eczema. La acción reequilibradora del Ginkgo sobre la melanina lo convierte en un ingrediente interesante en casos de hiper o hipopigmentación. El efecto antienvejecimiento sobre los fibroblastos mejora la suavidad y la firmeza natural de la piel.
Extracto de aloe: gracias a su riqueza en mucopolisacáridos, el aloe vera tiene una gran capacidad para retener el agua, por lo que es un remedio muy eficaz para tratar la piel deshidratada. Hipoalergénica, calmante y antiinflamatoria, es adecuada para las pieles atópicas y sensibles.
Extracto de manzanilla: propiedades desoxidantes, calmantes y descongestionantes. Estimula la función de la microcirculación y la actividad de los fibroblastos y favorece la síntesis de colágeno, de fibras elásticas y de ácido hialurónico, ayudando así a la reparación de la epidermis y de la dermis.
Extracto de equinácea: el extracto se obtiene de la raíz de Echinacea angustifolia. Debido a su actividad antiinflamatoria y antirreglamentaria, se utiliza en el tratamiento de pieles sensibles e irritables.
El aceite de rosa de Damasco es mágico por su potente y floral aroma envolvente y es también el aliado de todo tipo de pieles para prevenir y combatir los signos del envejecimiento. El aceite de rosa, rico en vitamina E, betacaroteno y ácidos grasos como los omega 3 y 6, nutre e hidrata la piel en profundidad. Ideales para las pieles sensibles, los productos fitoterapéuticos a base de rosa son capaces de calmarlas y repararlas. Su composición, muy rica, nutre también las pieles deshidratadas y alivia las pieles atópicas. Cicatrizante, la rosa también puede utilizarse para reconfortar la piel agredida por el sol, devolviéndole su suavidad y tersura.
Aceite de jara: antiséptico y antibacteriano, protege contra las infecciones. El antiinflamatorio tiene un efecto suavizante y calmante sobre la piel irritada. Efecto calmante sobre el sistema nervioso periférico (por tanto, adecuado para pieles hiperreactivas), desintoxicante y drenante, con una acción indirecta sobre las glándulas sebáceas.
Hialuronato de sodio: el ácido hialurónico es un polisacárido perteneciente a la familia de los glicosaminoglicanos y los mucopolisacáridos. Al ser biocompatible, se integra perfectamente en la piel, por lo que se utiliza y absorbe con facilidad y seguridad. El hialuronato de sodio (la sal sódica del ácido hialurónico) es esencial para garantizar una hidratación profunda y duradera de los tejidos, reduciendo visiblemente los signos causados por los factores de estrés ambiental y el paso del tiempo. Su capacidad característica de atraer y retener las moléculas de agua en los tejidos también mejora su elasticidad y turgencia. El hialuronato sódico también favorece la proliferación de las células endoteliales que protegen de la radiación UV y mejoran la vascularización de la piel. Por su composición, se combina perfectamente con vitaminas, oligoelementos y otros ingredientes activos que son eficaces para tratar cualquier imperfección.
Consejos de uso para la Crema a la rosa
Para pieles sensibles, delicadas o con tendencia a las rojeces.
Después de limpiar y tonificar la piel, extender un velo de Crema a la rosa sobre el rostro y el cuello, masajeando suavemente hasta su completa absorción.
Ingredientes de la Crema a la rosa
Aqua [Agua] (Eau), éter de dicaprililo, olivato de sorbitán, alcohol cetearílico, glucósido cetearílico, manteca de Butyrospermum parkii (karité), triglicérido caprílico/cáprico, aceite de Cocos nucifera (coco), Oleato de decilo, Escualeno, Glicerina, Palmitato de cetilo, Propanediol, Alcohol bencílico, Palmitato de sorbitán, Parfum (con aceite esencial) [Fragancia], Levulinato de sodio, Aceite de semilla de Limnanthes alba (Espuma de la pradera), Anisato de sodio, extracto de manteca de Butyrospermum parkii (Karité), cera de Hordeum vulgare, hialuronato de sodio, goma xantana, aceite de semillas de Borago officinalis, aceite de semillas de Helianthus annuus (Girasol) (*), Aceite de frutos de Olea europaea (Oliva), Aceite de almendra de Argania spinosa, Almidón de Oryza sativa (Arroz), Ácido láctico, Lecitina, Resina de Copaifera officinalis (Bálsamo copaiba), Extracto de Hypericum perforatum (*), Citronellol, Geraniol, extracto de hojas de Ginkgo biloba (*), extracto de flores de Rosa damascena (*), extracto de hojas de Aloe barbadensis (*), extracto de raíces de Arctium lappa (*), extracto de flores de Chamomilla recutita (Matricaria) (*), Extracto de hojas de Echinacea angustifolia (*), Extracto de frutos de Vaccinium myrtillus (mirto) (*), Esteroles de Brassica campestris (colza), Extracto de hojas de Centella asiatica, Hidroxicitronelal, Tocoferol, palmitato de ascorbilo, proteína de trigo hidrolizada de palmitoilo, proteína de trigo hidrolizada de potasio cocoyl, pantenol, farnesol, extracto de raíz de Cyperus rotundus, extracto de flor de Lonicera japonica (madreselva), extracto de frutos de Xanthium sibiricum, ácido cítrico, aceite de Lavandula angustifolia (Lavanda), aceite de flor/hoja/tallo de Melaleuca alternifolia, aceite de hoja de Cistus ladaniferus, ácido glicirretínico, alantoína.
*da Agricoltura Biologica* de Agricultura Ecológica.
Formato disponible: 50 ML
Alpir –
Me va muy bien con esta crema, tengo la piel muy seca y con rojeces, olor muy agradable
Carmen –
Llevo utilizándola unos meses y estoy muy contenta. Deja la piel muy hidratada y uniforme.